sábado, 5 de septiembre de 2009

....continuación

Bajamos al baño y atravesamos el pasillo para poder llegar a el.
Abrí la puerta y enseguida comencé a buscar paños y a mojarlos con agua helada, se los puse en la mejilla y el otro paño lo puse en su labio

-¿Qué te hizo ese imbécil mientras yo no estaba? –me pregunto recordando lo que había visto en cuanto abrió la puerta de mi habitación
-nada que no hayas visto

Me detuvo con su mano cuando le iba cambiar el paño manchado con sangre
-¿Por qué ese imbécil estaba en tu habitación?

Me di media vuelta sin contestar y fui al botiquín en busca de alguna crema que le calmara la herida del labio, iba a abrir el botiquín y Félix puso su mano impidiendo que lo abriera
-Lizzi responde mi pregunta. –recordé todo lo que había pasado con Daniel mientras estaba bailando con Filip y sin querer mi semblante decayó .Félix me abrazo y por mas que luché contra mis lágrimas, éstas fluyeron igual. Después de haber llorado unos 5 minutos me tranquilice para hablarle
-es que el me acompaño por que me puse a llorar al ver que Daniel estaba haciendo una estupidez. Mas bien estoy llorando por una estupidez
-recuerda que aunque te sientas sola yo voy a estar siempre contigo, pase lo que pase –Félix había dado justo en el clavo
-lo se. Lo lamento deje tu hermosa camisa llena de mis tontas lágrimas
-no importa, aunque me gustaría saber cual es la estupidez de la que me hablas
-será mejor que te cambies
- es que mi casa queda lejos –me puse a reír
-¿de que te ríes?

-es que me refería a que te pusieras una camisa de Daniel
-ah, esta bien
-acompáñame –le dije.

Salimos del baño y comenzamos a caminar, subimos las escaleras y nos metimos rápido a la habitación de mi hermano, estaba segura que debía tener más de laguna camisa idéntica a la que traía puesta Félix

-te ves hermosa –escuche decir a Félix, sin embargo seguí buscando la camisa en la cajonera de Daniel
-¡ya la encontré!
-bien –dijo y empezó a desbotonarse la camisa
-¿Qué haces? –le pregunte
-voy a cambiarme de camisa, ¿acaso no es lógico?
-pero cámbiatela en el baño –le exigí
-gracias pero creo que si viene tu hermano y me ve en su baño se va a poner furioso, así es que prefiero hacer un desnudo en frente tuyo –dijo riéndose
-entonces ve a cambiarte al baño de mi habitación
-está bien –dijo contento y satisfecho

Ambos salimos de la habitación de Daniel y fuimos a la mía. Abrí la puerta y vi a mariana parada frente a mi escritorio observando una foto mía en la cual me encontraba en el campo abrazada con Daniel

-¿Mariana? –se volteo a mirarme al oír que le llamaba
-hola Elizabeth –dijo con una sonrisa maliciosa en el rostro
-¿Qué haces aquí? –pregunte con frialdad
-¿El es tu novio? –pregunto indicando a Félix, que para peor estaba con la camisa desbotonada
-¿Qué te importa? –conteste con agresividad
-Elizabeth, no te enojes, era una simple pregunta y de hecho seria perfecto para mi que rompieses el juramento que mantienes con Daniel, así se desligaría de su responsabilidad y no se sentiría culpable –en cuanto escuche aquellas palabras me enfurecí
-¿ah si? y ¿de que juramento me estás hablando?

Rogué al cielo que no haya sido el mas importante de los dos. Puesto que solo fueron 2 juramentos y 8 promesas las que nos hicimos y hemos cumplido al pie de la letra
-pues es obvio que tu sabes a que juramento me refiero
-sueña que será así –dije con toda la intención de estropear sus ilusiones
-créeme que no será un sueño, sino que una realidad

Sentí una ira incontrolable al escuchar esas palabras, pues bien sabia que esto ya estaba tomando ese camino cuando esta desnudista le había dado un beso a Daniel
-¡sal de mi habitación! –le grite con rabia
-no te preocupes, no tienes para que decirlo, además ustedes necesitan intimidad. Bien creo que ahora iré a mi futura pieza –dijo con un tono malicioso

En cuanto salio Mariana de mi habitación, reino el silencio durante unos breves segundos que ha mi parecer fueron minutos

-será mejor que te cambies la camisa –le recordé a Félix. Éste enseguida entro al baño a cambiarse

Claramente mi hermano había roto la promesa de no contarle a ninguna persona y quien sabe que mas le había contado a esa odiosa, si esto sigue así a este ritmo, estoy mas que segura que los problemas con Daniel se harán grande y terminaremos separandonos el uno del otro
Félix salio del baño y me observo con una dulce expresión en su rostro.
-Félix, la pregunta que me hiciste en el baño quedó incolclusa y la respuesta es sencilla y estúpida. pero la verdad es que estaba llorando por que vi a Mariana besuqueando a Daniel y me molestó
-pero Lizzi, creo que tu hermano tiene derecho a buscar su media naranja ¿no crees?
-lo sé , pero no fue eso lo que me molestó. mas bien fue el hecho de que no me lo dijiese
-Lizzi, no tengo ni la menor idea a lo que se refería esa muchacha con lo de un juramento, pero lo que si se es que mientras estes con nosotros no vas a estar triste.Además tenemos que ir a celebrar que hoy día 1 de marzo se cumplen 3 años desde que llegaste aquí

Lo vi impresionada ya que pocos sabían el verdadero motivo d la fiesta, Félix me subió el animo como de costumbre y bajamos rápidamente salón
Había harta gente, mucha comida y muy buena música. Buscamos a Emy y a Nico y nos percatamos de que estaban en la mesa de los postres, así es que fuimos rápidamente hacia ellos y después de varias horas Félix les comento lo sucedido con Mariana y yo les conté a los tres, qué era lo que había pasado con Félix y con Filip. Después seguimos disfrutando de la fiesta y dejamos atrás lo problemas, nos divertimos toda la noche, sobre todo cuando con Emy veíamos bailar a Nico y a Félix intentando bailar bien el Vals, le ponían todo su empeño para que saliera lo mejor posible. La fiesta continúo más allá de las 2 de la mañana y seguimos bailando hasta mas no poder.

martes, 1 de septiembre de 2009

...continuación

Filip estaba sentado en la silla de mi escritorio jugando con un pequeño osito de madera que estaba colgando en mi lámpara. Bien recordaba que lo había comprado en una tienda de antigüedades
-lo siento –se disculpó –no me di cuenta de que habías salido del baño
-no te preocupes
-¿te sientes mejor?
-si, gracias –le esboce una gran sonrisa demostrándole que estaba mejor y, al parecer este acto de cinismo me salio a la perfección ya que al verme sonriente su semblante mejoro
-eso es muy bueno,-dijo – ¿y me vas contar que es lo que te paso o no se puede contar?
-es que no lo puedo contar, lo lamento – tenía bien claro que aparte de haber prometido el no dejarnos solos con Daniel, habíamos prometido no contarle a nadie las promesas que nos hacíamos y las conversaciones que teníamos
-esta bien, no te preocupes, además lo importante es que ya te sientes mejor –sonrió muy dulcemente, lo cual, por algún extraño motivo me hizo acordarme de Félix
-¿te gusto aquel osito?
-la verdad es que me encanto
-bien, entonces quédatelo
-no, no podría quedármelo, es tuyo
-por favor-le dije sacando el osito de la lámpara y posándolo en su mano –acéptalo en señal de agradecimiento al traerte aquí y por haberte arruinado la noche
-gracias, y créeme que no me arruinaste la noche sino que fue todo lo contrario
-eres muy amable –quedamos un momento en silencio y no me sentía dispuesta a romperlo
-Elizabeth… quería decirte algo –al fin después de 10 segundos eternos de silencio, fue Filip quien termino de romperlo, pero se torno con una voz mas seria
-¿Qué cosa? –su seriedad me intrigaba
-la verdad, es que al verte sin el antifaz pudé contemplar tu belleza a la perfección... y... bueno... lo cierto es que me gustas
-ahh… guau… amm –me sorprendió rotundamente su confesión, realmente no me lo esperaba, bueno más bien no me esperaba que fuese tan directo
-se que te puede parecer extraño pero… creo que estoy enamorado de ti –dijo sin pelos en la lengua, mientras yo estaba apunto de colapsar
-¿enamorado?, ¿no crees que el amor es mas grande y mas complejo?. Yo creo que lo que tú sientes es atracción y no amor
-lo se es raro pero es que me gustas mucho y esto pasa de una simple atracción.
-pero… apenas me conociste hace unos cuantos minutos y dice que sientes amor por mi, es un poco excesivo

Apenas termine de pronunciar aquellas palabras y se me acerco mas de lo debido y poso sus manos en mis hombros mirándome fijamente a los ojos
-lo que te digo es en serio
Sus manos lentamente se acercaron a mi cuello y su mirada era de nerviosismo e inseguridad, las manos le temblaban. En cuanto me percate que lo que tenia en mente era besarme, el pánico me rodeo por completo y me quede completamente paralizada, era mi fin, nunca antes alguien me había besado y lo que menos hubiese deseado era que me besara un desconocido

-la verdad es que no es la primera vez que te veo -susurró

-¿Lizzi? –estoy salvada, pensé, era Félix el que llamaba a mi puerta.

Filip alejó su rostro unos centímetros del mió, pero no apartó sus manos de mi rostro
-¿Quién es? –me preguntó Filip
-es Félix un amigo –le contesté.

Pero al escuchar el nombre de Félix su rostro se encolerizo, saco rápidamente sus manos de mi cuello y se aparto un momento. Pude notar que trataba se relajar su rostro, todo esto era muy confuso ya que no sabia el motivo de tal rabia
-¿Lizzi… puedo pasar? –pregunto Félix desde afuera de mi habitación
-No lo hagas pasar –me dijo Filip con el semblante muy serio, tan serio que me llegue a estremecer
-¿Por qué?-le pregunte con un hilo de voz- es mi amigo
-no lo hagas –dijo con insistencia
-dame una buena razón para no hacerlo-tomé un poco mas de valor ya que me estaba haciendo enfadar al pedirme eso
-estoy esperando –le dije.

No dijo nada así es que fui en dirección a la puerta para abrirla pero me detuvo la mano fortachona de Filip. Me tenia agarrada de la muñeca y la tenia agarrada tan fuerte que me llegaba a lastimar.
-¿Qué haces?, ¡suéltame!
-no, no te voy a soltar
-¡suéltame, me lastimas!, ¡me duele!
-¿Lizzi, estas bien?, –dijo Félix desde afuera
-no le abras –me dijo Filip tomándome la muñeca mas fuerte aún, sentía como si me la fuera a triturar
-¡Filip, me duele por favor suéltame! –estaba al borde de las lágrimas, realmente me dolía la muñeca
Lizzi, voy a entrar! –grito Félix desde afuera
-¿estas bien?- miro a Filip que tenia mi muñeca sujetada con fuerza y luego me miro a mi, que estaba al borde de las lágrimas
-¿Qué le estas haciendo? –le dirigió la pregunta a Filip
-esto a ti no te incumbe -le respondió éste
-¡suéltala la estas lastimando! –le grito Félix a Filip
-será mejor que te vayas, por que estamos ocupados – lo mire fijamente con el ceño fruncido

-no me hiré si ella no me lo pide. y ahora sueltala –le respondió Félix. Al parecer Filip se enojó con la respuesta que le dio porque me apretó aun más la muñeca
-¡me duele! –las lágrimas comenzaron a brotar lentamente por mis mejillas
-imbécil le duele, ¡suéltala!- Félix se acerco a Filip y le propino un puñetazo, en seguida Filip me soltó y Félix le siguió pegando puñetazos
-Félix déjalo, ya me soltó

Filip tambien le propino un puñetazo muy fuerte
-¡por favor paren!- les grite, entonces intervine y me puse en medio(lo cual fue muy peligroso por que estuve a un centimetro de probar la fuerza de Filip). Saque a Félix de mi habitación y le pedí a Filip que por favor se marchara. Me dio un beso en la mejilla y se marchó

Hubo 10 segundos de silencio
-lo lamento –dijo Félix con voz apagada
-¿Qué es lo que lamentas?
-el que me hayas tenido que ver tan iracundo

Lo mire atentamente y pude notar que el labio inferior se le estaba hinchando al igual que la mejilla izquierda, al parecer Filip igual le propino mas golpes de los que creí ver
-será mejor que vayas al baño a mojarte la cara –le sugerí
-puedo notar que estas asustada –me abrazo y bezo mi frente
-por favor no me tengas miedo, el que me hayas visto de esa forma no significa que no séa el mismo de siempre
-ya lo sé. Será mejor que te lleve al baño para ponerte unos paños de agua fría
-gracias
-¡ouch!
-¿Qué pasa Lizzi?
-te esta saliendo sangre del labio
-no es nada créeme, ni me duele –le toque alrededor del labio y se quejo
-yo creo que si te duele –ambos nos empezamos a reír y nos dirigimos al baño

continuará...